Seré como un beso: eterna.


Con eso de que en México andamos en los festejos del Bicentenario, el otro día pasó por mis manos un billete de $200... ¡sin Sor Juana Inés de la Cruz! En cambio venía Miguel Hidalgo y Costilla con un estandarte y al reverso el Ángel de la Independencia: billetes conmemorativos, ¡menos mal! Que no destierren a la Sor Juana verde que va conmigo por la vida, pido hoy sábado 17 de abril en los que se cumplen 315 años de su muerte.


¿Quién lo iba a decir? De vez en cuando todos llevamos versos en letra pequeña en nuestras billeteras ("Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón..."), un libro abierto donde se lee "Poesías líricas" y la mirada de Juana al centro de un billete que ostenta el Banco de México.


Para Juana, la recordada, la mil veces dicha voz en alta, la estudiosa estudiada, para cerrar esta breve nota, los versos que Carilda Oliver Labra escribiera a esta señora novohispana, cursi si quiere verse, pero acertado:


Y de lo blanco le sale
un resplandor hecho letras:
Me llamo Juana de Asbaje,
seré como un beso: eterna.



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