Poema 15

«Manos de hombre tengo; manos 
para tomar, de las cosas que existen, 
lo que por hombre se me debe, 
y, por lo que yo debo, hacer algunas 
de las cosas que faltan». 


Rubén Bonifaz Nuño (1923-2013).
Poeta veracruzano.

Poema 15


No me ilusiono, admito, es de mi gusto,
que soy un hombre igual a todos.
Trabajo en algo, cobro
un sueldo insuficiente; me divierto
cuando puedo, o me aburro hasta morirme;
hablo, me callo a veces, pido
mi comida, y a ratos
quisiera ser feliz gloriosamente,
y hago el amor, o voy y vengo
sin nadie que me siga. Tengo un perro
y algunas cosas mías.
En general, no estoy conforme
ni me resigno. Quiero mi derecho,
de hombre común, a deshacerme
la frente contra el muro, a golpearme,
en plena lucidez, contra los ojos
cerrados de las puertas; o de plano
y porque sí, a treparme en una silla,
en cualquier calle, a lo mariachi,
y cantar las cosas que me placen.
También, monumental, hago mi juego
en serio con las gentes,
según las reglas, y reclamo
mis ganancias y pérdidas, y busco
la revancha, o perdono
por generoso o por flojera.
Manos de hombre tengo; manos
para tomar, de las cosas que existen,
lo que por hombre se me debe,
y, por lo que yo debo, hacer algunas
de las cosas que faltan.
Y reconozco que me importa
ser pobre, y que me humilla,
y que lo disimulo por orgullo.
Tú, compañero, cómplice que llevo
dentro de todos, junto a mí, lo sabes.
Hermano de trabajos que caminas
en hombres y mujeres, apretado
como la carne contra el hueso,
y vives, sudas y alborotas
en mí y conmigo y para mí y contigo.