Cerezas

Fragmentos de la escultura
"Éxtasis de Santa Teresa" de Gian Lorenzo Bernini.


Del poeta argentino Juan Gelman

Esa mujer que ahora mismito se parece a Santa Teresa
en el revés de un éxtasis / hace dos o tres besos fue
mar absorto en el colibrí que vuela por su ojo izquierdo
cuando le dan de amar /

y un beso antes todavía /
pisaba el mundo corrigiendo la noche
con un pretexto cualquiera / en realidad es una nube
a caballo de una mujer / un corazón

que avanza en elefante cuando tocan
el himno nacional y ella
rezonga como un bandoneón mojado hasta los huesos
por la llovizna nacional /

esa mujer pide limosna en un crepúsculo de ollas
que lava con furor / con sangre / con olvido /
encenderla es como poner en la vitrola un disco de Gardel /
caen calles de fuego de su barrio irrompible

y una mujer y un hombre que caminan atados
al delantal de penas con que se pone a lavar /
igual que mi madre lavando pisos cada día /
para que el día tenga una perla en los pies /

es una perla de rocío /
mamá se levantaba con los ojos llenos de rocío /
le crecían cerezas en los ojos y cada noche los besaba el rocío /
en la mitad de la noche me despertaba el ruido de sus cerezas
creciendo /

el olor de sus ojos me abrigaba en la pieza /
siempre le vi ramitas verdes en las manos con que fregaba el día /
limpiaba suciedades del mundo /
lavaba el piso del sur /

volviendo a esa mujer / en sus hojas más altas se posan
los horizontes que miré mañana /
los pajaritos que volarán ayer /
yo mismo con su nombre en mis labios /