La virtud del arte

Como Letranías y como Addy, quiero agradecerle a todos aquellos con quienes tuve la oportunidad de compartir Arte durante los últimos meses y las últimas semanas. Yo también he aprendido mucho con todos ustedes. Ha sido una experiencia lindísima conocer un poco de sus vidas y ver su asombro y fascinación ante las obras que les gustaron y que los conmovieron. Llevar el timón de una materia como Historia del Arte es un regalo y lo que realmente es la paga, es haberlos conocido y compartir con ustedes cosas, momentos y piezas bellas de la vida. 

Por el muslo de Proserpina y el rostro de Marat apuñalado. Por las estrellas de Van Gogh, la danza de Matisse y la estatura de Tolouse. Por la poca luz del salón con las diapositivas reflejadas. Por Nerón, Marduk y Nefertiti. Por la lluvia de Turner, las mujeres de Gauguin y el beso cobijado de Maggrite. Por las cúpulas de Brunelleschi, el impresionismo en el piano de Debussy y las cataratas en la mirada de Monet. Por la ventana de Pisarro, el puntillismo de Seurat y los relojes escurridos de Dalí. Por La Quinta del Sordo, Las señoritas de Avigon y El Poder del Arte. Por los murales egipcios, las alas del Lamassu, las puertas de Babilonia, la monumentalidad de Fidias y el pliegue en los dedos de los pies del Discóbolo. Por la Puerta de Alcalá (Mírala, mírala, mírala mírala), por la Catedral de San Basilio y porque Napoleón no se la pudo llevar, por la cúpula de Santa Sofía en Estambul, por las torres góticas y por Churriguera. Por la tristeza de Millet y los tutús de Degas. Por todo lo que ustedes podrían agregar. Por todo lo que me han hecho aprender. Por darme fragmentos de sus vidas entre clase y clase... y porque nos volveremos a ver... 

¡Feliz Navidad! :)