Mi cantar se vuelve gitano cuando es para ti

Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada
como la pena de ser ciego en Granada.


Francisco Alarcón de Icaza.

... qué razón tenía este mexicano cuando caminando con su esposa pasó junto a un hombre que pedía unas monedas so pretexto de su ceguera... como también tuvo razón Agustín Lara "Granada, tierra soñada por mi, mi cantar se vuelve gitano cuando es para ti", aún cuando el compositor veracruzano -dicen- nunca había estado en la mítica ciudad ni había caminado por el Albaicín ("Ay, Albaicín añorado -escribió Antonio Pardal-. ¡Cuantos hermosos tesoros! ¡Jamás tendréis el olvido de aquel que os ha contemplado!). ¿Quien, después de conocerla, no ha quedado fascinado con Granada y sus calles? ¿Con la Alhambra y sus jardines? ¿con los versos que Federico entre sus páginas desgrana? O con los de Benítez Carrasco, que a continuación nos canta:


Granada

Mexicana para cantar tu canción
sueño a Granada.
Para cantar tu canción
Granada se pondrá un día
sus ríos como zarcillos
de menuda platería,
Taxcos filigranas de la morería.
Antes de cantar ha de probarse
la voz en la Alhambra
con el arroyo y el ruiseñor.
Como un mariachi lorquiano
la acompañarán los yunques
del Sacromonte gitano.
Puritito corazón el Albaicín
en sus brazos será el guitarrón
y tendrá ritmos tristes y sones verdes
en los verdes violines de los cipreses.
Y a los hombros el rebozo blanco
de Sierra Nevada, así mi Granada
ha de cantarte algún día tu Granada.

Del libro Cachitos de España de Manuel Benítez Carrasco.


*