Teresa de Ávila

Santa Teresa murió el 4 de octubre de 1582 y la enterraron al día siguiente que era el 15 de octubre. Sí, pareciera que entre el 4 y el 15 hay días de diferencia, pero lo que ocurrió por esas fechas es que ese día entró en vigencia el cambio del calendario. El Papa Gregoriano XIII decretó el calendario gregoriano en sustitución al calendario juliano, añadiendo así diez días para reparar un error que había empezado tiempo atrás.

Teresa, ideal que Enrique de Ossó tomó para fundar los colegios teresianos, además de ser una de las religiosas más importantes y reconocidas mundialmente, es también una de las mujeres cuya producción literaria es referencia obligada en la historia de la literatura española.

Estudié en un colegio Teresiano y por eso es que Teresa es para mí una tradición. Y este soneto suyo una reliquia que llevo en la memoria:


Si para recobrar lo recobrado
tuve que haber perdido lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado.

Si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprendido
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido

porque después de todo he comprobado
que lo que tiene el árbol de florido
vive de lo que tiene sepultado.