Todas los días camino por esta calle.
Hoy no pude ser indiferente al amarillo de la fachada porque el sol de primavera, a las casi siete de la mañana, le daba un acento especial.
Así empecé el primer miércoles de abril: descubriendo la casa frente a la que camino todos los días y ante la que nunca, a pesar de iba con prisa, me había sabido detener.
Hoy no pude ser indiferente al amarillo de la fachada porque el sol de primavera, a las casi siete de la mañana, le daba un acento especial.
Así empecé el primer miércoles de abril: descubriendo la casa frente a la que camino todos los días y ante la que nunca, a pesar de iba con prisa, me había sabido detener.
Calle 59 por 50 y 52. Centro Histórico. A unos pasos del Parque de la Mejorada. Mérida, Yucatán. |