Entre tanta gente...

Aunque de manera recurrente pienso en el amor, en este primer domingo de julio, traes leer sobre la exposición "Medias naranjas" que se presenta en el Museo de Historia del Arte en Viena, pienso: 

Enamorarse ya es de por sí una maravilla que nos cambia la vida. Pero enamorarse de una persona inteligente es un faro, un regocijo, una apasionada e inagotable, laberíntica y exquisita dádiva para acompañar los días. 


Una pareja inteligente es más que acompañar un cuerpo amorosamente; es también el placer de las ideas, conversaciones, silencios, todo eso que convierte al amor en una experiencia que se antoja infinita aunque irremediablemente sea finita. 


Enamorarse de una persona inteligente... entre tanta gente...