María Elena Walsh
(1 de febrero de 1930 - 10 de enero de 2011)
La ciudad organiza
metálico suspiro
y párpados de tiza.
No importa, yo te miro.
Ráfagas van pasando
de tiempo traicionero
y nadie sabe cuándo.
No importa, yo te espero.
Un niño que no llora
asesinó al asombro
con ametralladora.
No importa, yo te nombro.
Eran menhires, son
el ángel y el amigo
viendo televisión.
No importa, yo te sigo.
Un pájaro responde
con brío debilucho
y nadie sabe dónde.
No importa, yo te escucho.
Un río se desliza
con método de llanto
y flores de ceniza.
No importa, yo te canto.
Pasan sombras aciagas
con el dolor desnudo
y dedos en las llagas.
No importa, yo te ayudo.
Quizá el amor termine
o dioses del olvido
lo destierren al cine.
No importa, yo te cuido.
Hay besos en probetas
y máscaras de cuero
que acunan escopetas.
No importa, yo te quiero.