DE UN CLAVO EN LA PARED CUELGA TU LLAVERO. Al mirarlo, el recuerdo toma la forma de una melodía que llega de lejos, la música cotidiana de tu llave bronce al abrir la puerta y girar el gozne, cuando no existía el destierro y sonaba a promesa y regocijo la palabra nuestro. Con desespero de adolescente febril que en la noche del baile mira sola desde su asiento la algarabía, triste danza de piernas sin moverse de la silla, así tus llaves, quietas y mudas, son vacuo tintineo cuando algo, sin querer, las empuja y les devuelve por unos instantes la falsa garantía de que aún me habitas. Cuánta vida tras las vueltas de una llave en la hendidura, cuánto mundo perdido ahora que el bronce en tu mano no penetra la cerradura, negándome la fiesta de verte cruzar nuestro umbral. Hoy, maldita sea, las llaves se aburren sin tu mano y sin tu prisa, sin tus extravíos, siempre listas, con sus dientes villanos mordiéndome la conciencia al recordarme que ya no llegas, que ya no vuelves y que ahora sólo eres música perdida.
Addy Góngora Basterra.
Publicado en Dossier de Poesía Contemporánea de Yucatán, Revista de Literatura Mexicana Contemporánea. Enero - Marzo 2009. Año XV, Número 40, Vol. 16. University of Texas.
Publicado en Dossier de Poesía Contemporánea de Yucatán, Revista de Literatura Mexicana Contemporánea. Enero - Marzo 2009. Año XV, Número 40, Vol. 16. University of Texas.