El tres de febrero, en Roma, la Momix Dance Theatre Company estrenó en el Olympic Theatre la más reciente coreografía del mago visual Moses Pendleton. El espectáculo se llama Bothanica porque lo que vemos en el escenario son metamorfosis que desafían a lo real, cuerpos que al moverse en la danza van entramando visiones que de un cuerpo humano sólo podríamos concebir en la imaginación, pero que tienen lugar, con el talento de Pendleton, en el escenario; esto es Bothanica en sus propias palabras:
Mi relación con Bothanica es poética, entre humanos y naturaleza, similar a la que tuvo Pablo Neruda, mi poeta preferido, en la escritura. Este espectáculo da la idea de metamorfosis. Como un cuerpo se convierte en piedras, árboles o abejas. En Bothanica más que nunca, utilizo elementos escénicos fantásticos, para crear imágenes que amplíen la gama de las emociones normalmente disponibles. Por ejemplo, una tela elástica que se adhiere al cuerpo, pero que también puede inflarse mucho en un momento y que puede transformarse de concha en un bellísimo iris. En la creación del espectáculo, primero tratamos de ver las imágenes, y esculpirlas como lo haría un pintor, no un escultor. Luego le aplicamos música y coreografía, así nacieron pájaros, rocas que se vuelven seres vivos, flores, insectos, árboles e incluso una tormenta.
Los intérpretes tienen una formación muy completa (danza, acrobacia) y un fuerte trabajo físico, sobre todo muy buenos pies. Sólo así pueden dar la impresión de ser pájaros corriendo en la playa y pueden interpretar imágenes que no son de este mundo. A esto se agregan las luces y escenografías con ilusiones ópticas, animadas a veces por sonidos de la naturaleza y en otras con músicas de Vivaldi o de Peter Gabriel, que crean el universo del espectáculo. La palabra clave es fluir. Rompiendo, para ello, los supuestos límites entre realidad e imaginación. El surrealismo dice que la fantasía y los sueños contienen realidad, estoy de acuerdo y cultivo el mundo de los sueños y eso creo que se refleja en el mundo de Momix.
En casi todas las formas budistas, el humor es un estado mental que te permite fluir, como el agua. Que algo sea gracioso no significa que no sea serio. Es una forma de liberación, para la audiencia y para nosotros, que nos deja actuar sin que nos paralice pensar en lo que debemos o no hacer. Los dioses no trabajan, juegan, y por eso los niños están más cerca de ellos. La espontaneidad es libertad. Saber que puedes jugar te da una enorme confianza. Al contrario, mucha seriedad te deprime.
Aquí van unas fotografías de Alessandro Bianchi que ilustran lo anterior y si quieres visitar la página de Momix, click aquí.
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Mi relación con Bothanica es poética, entre humanos y naturaleza, similar a la que tuvo Pablo Neruda, mi poeta preferido, en la escritura. Este espectáculo da la idea de metamorfosis. Como un cuerpo se convierte en piedras, árboles o abejas. En Bothanica más que nunca, utilizo elementos escénicos fantásticos, para crear imágenes que amplíen la gama de las emociones normalmente disponibles. Por ejemplo, una tela elástica que se adhiere al cuerpo, pero que también puede inflarse mucho en un momento y que puede transformarse de concha en un bellísimo iris. En la creación del espectáculo, primero tratamos de ver las imágenes, y esculpirlas como lo haría un pintor, no un escultor. Luego le aplicamos música y coreografía, así nacieron pájaros, rocas que se vuelven seres vivos, flores, insectos, árboles e incluso una tormenta.
Los intérpretes tienen una formación muy completa (danza, acrobacia) y un fuerte trabajo físico, sobre todo muy buenos pies. Sólo así pueden dar la impresión de ser pájaros corriendo en la playa y pueden interpretar imágenes que no son de este mundo. A esto se agregan las luces y escenografías con ilusiones ópticas, animadas a veces por sonidos de la naturaleza y en otras con músicas de Vivaldi o de Peter Gabriel, que crean el universo del espectáculo. La palabra clave es fluir. Rompiendo, para ello, los supuestos límites entre realidad e imaginación. El surrealismo dice que la fantasía y los sueños contienen realidad, estoy de acuerdo y cultivo el mundo de los sueños y eso creo que se refleja en el mundo de Momix.
En casi todas las formas budistas, el humor es un estado mental que te permite fluir, como el agua. Que algo sea gracioso no significa que no sea serio. Es una forma de liberación, para la audiencia y para nosotros, que nos deja actuar sin que nos paralice pensar en lo que debemos o no hacer. Los dioses no trabajan, juegan, y por eso los niños están más cerca de ellos. La espontaneidad es libertad. Saber que puedes jugar te da una enorme confianza. Al contrario, mucha seriedad te deprime.
Aquí van unas fotografías de Alessandro Bianchi que ilustran lo anterior y si quieres visitar la página de Momix, click aquí.
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