En una hoja fotocopiada, página sesenta, página sesenta y uno, versos resaltados, iluminados en naranja hace ¿cuatro? ¿seis años? Tal vez más atrás, posiblemente en el 2001, cuando murió Westphalen, el poeta peruano que escribió Una cabeza humana viene... del que hoy traigo los retazos del hallazgo que tuve hace un rato, en medio de una carpeta que me arrojó secretos y párrafos que me habían escondido los años...
(...)
Yo tengo una guitarra con sueño de varios siglos
dolor de manos
notas truncas que se callaban podían dar al mundo lo que faltaba
mi mano se alza más bajo
coje la última estrella de tu paso y tu silencio
nada igualaba tu presencia con un silencio olvidado en tu cabellera
si hablabas nacía otro silencio
si callabas el cielo contestaba...
(...)
no me dices en cuál cielo tienes tu morada
en cuál olvido tu cabeza humana
en cuál amor mi amor de varios siglos
cuento la noche
esta vez tus labios se iban con la música
otra vez la música olvidó los labios
oye si me esperaras detrás de ese tiempo
cuando no huyen los lirios
ni pesa el cuerpo de una muchacha sobre el relente de las horas
ya me duele tu fatiga de no querer volver
tú sabías que te iba a ocultar el silencio el temor el tiempo tu cuerpo
que te iba a ocultar tu cuerpo
ya no encuentro tu recuerdo
otra noche sube por tu silencio
nada para los ojos
nada para las manos
nada para el dolor
nada para el amor
por qué te había de ocultar el silencio
por qué te habían de perder mis manos y mis ojos
por qué te habían de perder mi amor y mi amor...
*
(...)
Yo tengo una guitarra con sueño de varios siglos
dolor de manos
notas truncas que se callaban podían dar al mundo lo que faltaba
mi mano se alza más bajo
coje la última estrella de tu paso y tu silencio
nada igualaba tu presencia con un silencio olvidado en tu cabellera
si hablabas nacía otro silencio
si callabas el cielo contestaba...
(...)
no me dices en cuál cielo tienes tu morada
en cuál olvido tu cabeza humana
en cuál amor mi amor de varios siglos
cuento la noche
esta vez tus labios se iban con la música
otra vez la música olvidó los labios
oye si me esperaras detrás de ese tiempo
cuando no huyen los lirios
ni pesa el cuerpo de una muchacha sobre el relente de las horas
ya me duele tu fatiga de no querer volver
tú sabías que te iba a ocultar el silencio el temor el tiempo tu cuerpo
que te iba a ocultar tu cuerpo
ya no encuentro tu recuerdo
otra noche sube por tu silencio
nada para los ojos
nada para las manos
nada para el dolor
nada para el amor
por qué te había de ocultar el silencio
por qué te habían de perder mis manos y mis ojos
por qué te habían de perder mi amor y mi amor...
*