El abandono de todas las certezas

Acabo de leer esto, es la página 42 de un libro que estoy leyendo hoja por hoja en el sentido literal: como barajas. Tiene sus añitos y está deshojado de felicidad y de sabiduría.

Para todos aquellos creadores, ya sean los que pintan, escriben, cocinan, diseñan, aquellos que construyen casas, barcos, menús, para quienes cantan, tocan algún instrumento y, muy especialmente, para aquel que quiera hacer algo de lo anterior y por uno u otro motivo no se atreve, va el siguiente fragmento:



La creatividad puede ser descripta como un abandono de todas las certezas. El psicólogo Abraham Maslow observó que por lo general la gente no tiene coraje para enfrentar el papel en blanco, es decir, tiene miedo a la incertidumbre, a no saber lo que va a suceder. Él dice que las personas creativas son precisamente aquellas que enfrentan esa incertidumbre.

Ingmar Bergman dio un perfecto ejemplo de ese proceso que sucede cuando está sentado y aparentemente sin hacer nada: “Tomo todas las decisiones basándome en mi intuición. Tiro un dardo en la oscuridad: eso es la intuición. Después mando a un ejército para recuperar el dardo: eso es el intelecto".

Mozart, escribió a un amigo que no sabía cómo una idea llegaba a él, pero sabía que durmiendo la idea no llegaría. Entonces, no dormía, pasando las noches en vela a la espera de que bajase la idea. Y de esos hilos de música que surgían en medio de la noche, el tejía sus sinfonías, agradeciendo al creador, no por las ideas sino por la capacidad de no olvidar los sonidos que había escuchado durante la vida.

Ya Tchaikovsky decía que debemos ser muy pacientes, que debemos esperar la inspiración. Pero lo que él consideraba como muy importante era vencer la desinclinación, la parálisis, el dejar para mañana, puesto que esa desinclinación era simplemente el miedo al papel en blanco.

Y para completar, el testimonio de un científico, Albert Einstein, en What I believe (1930):




La cosa más linda que podemos experimentar es el misterio. Él es la fuente de todo arte y ciencias verdaderas. Aquel para quien esa emoción es extraña, incapaz de soltar la imaginación y de quedarse extasiado, es como si fuera un muerto: sus ojos están cerrados…


Sí, abandonar las certezas es aceptar el riesgo del misterio, es adentrarnos en zonas de nuestro ser donde todo es incierto, es enfrentarnos al miedo de no saber qué hacer con la materia fluida, con la materia viva que nos habita. Por eso, tal vez, Nelson Rodriguez haya comparado el acto de convertirse en dramaturgo a un salto mortal.

Finalizando: alguien dijo (creo que fue Ezra Pound) que el artista es 10% de talento y 90% de trabajo duro. Ésa es la única verdad. Nos levantamos y, con o sin inspiración, tenemos que sentarnos y escribir, porque hay una producción en marcha.

Doc Comparato