La Negra está hospitalizada.
Hace rato vino al departamento Lucca, mi amigo brasileño, y hablando de Mercedes Sosa, me dijo algo que yo no había pensado: sus canciones me cambiaron la vida. Es verdad lo que dijo Lucca. A mi también, canciones que ha cantado, me han cambiado y me han marcado. Puedo revivir momentos que no volverán con tan sólo escuchar un estribillo, un arpegio de guitarra, una vidala... He tenido madrugadas, que no olvido, con sus canciones; he hecho amigos gracias a ella, porque compartimos la admiración que le tenemos... no hay fiesta en la que no evoquemos su repertorio.
¡Mercedes, cómo te queremos!
Hace rato vino al departamento Lucca, mi amigo brasileño, y hablando de Mercedes Sosa, me dijo algo que yo no había pensado: sus canciones me cambiaron la vida. Es verdad lo que dijo Lucca. A mi también, canciones que ha cantado, me han cambiado y me han marcado. Puedo revivir momentos que no volverán con tan sólo escuchar un estribillo, un arpegio de guitarra, una vidala... He tenido madrugadas, que no olvido, con sus canciones; he hecho amigos gracias a ella, porque compartimos la admiración que le tenemos... no hay fiesta en la que no evoquemos su repertorio.
¡Mercedes, cómo te queremos!
Y a la hora del naufragio
y a la de la oscuridad
alguien te rescatará
para ir cantando...