Roger Federer decidió jugar su último partido en la Laver Cup en dobles, teniendo como pareja a su magnífico e histórico rival Rafael Nadal. Qué manera de despedirse del tenis, un deporte principalmente individual.
Federer compartió un uniforme, compartió la cancha con sus amigos, sus compañeros antes que rivales. Lo de esta tarde ha sido un mensaje de compañerismo, conciliación y amor al deporte como pocas veces veremos en la Historia (y con mayúscula).
Qué suerte vivir en este tiempo, haber visto a Roger Federer embellecer el tenis y vivir la emoción de una despedida como esta.