NO QUISIERA QUE LLOVIERA
No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto.
Del libro "Diáspora". 1976
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DESPUÉS
Y ahora se inicia
la pequeña vida
del sobreviviente de la catástrofe del amor:
Hola, perros pequeños,
hola, vagabundos,
hola, autobuses y transeúntes.
Soy una niña de pecho
acabo de nacer
del terrible parto del amor.
Ya no amo.
Ahora puedo ejercer en el mundo
inscribirme en él
soy una pieza más del engranaje.
Ya no estoy loca.
Del libro: "Otra vez eros". 1994
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BITÁCORA
No conoce el arte de la navegación
quien no ha bogado en el vientre
de una mujer, remado en ella,
naufragado
y sobrevivido en una de sus playas.
Del libro: "Linguística general". 1979
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Cristina Peri Rossi
Es Uruguaya. Está exiliada en Barcelona desde hace muchos años.
Dice que no regresa a Uruguay, porque entonces sería padecer un doble exilio y su corazón no lo soportaría. Contrario a sus deseos, tuvo que dejar de fumar, cosa que lamenta terriblemente porque si algo la hacía feliz era hacer humo. Cuando fue el ataque del 11 de septiembre en Nueva York, estaba haciendo el amor. Sonó su
móvil, atendió la llamada, le dijeron algo de las torres, dada las condiciones en las que fue recibida la llamada no pudo entender mucho. Colgó. Su pareja le preguntó qué pasaba y ella dijo, algo pasó en Nueva York, y no se enteraron hasta muchas horas después de lo que realmente había ocurrido, cuando volvieron a incorporarse al mundo. Tiempo después, el 11 de marzo cuando España padeció los atentados y Atocha ardía, Cristina no estaba haciendo el amor, no, miraba con horror lo que ocurría.