Antonio Porchia. Argentino.
Aforismos tomados del libro "Voces".
. No creo en nada de lo que tú crees. ¡Y te creo a ti!
. Las cadenas que hemos roto son las que más nos encadenan.
. Quien me tiene de un hilo no es fuerte; lo fuerte es el hilo.
. Han dejado de engañarte, no de quererte. Y te parece que han dejado de quererte.
. Hay dolores que han perdido la memoria y no recuerdan por qué son dolores.
. Dirán que andas por un camino equivocado, si andas por tu camino.
. El hombre, cuando sabe que es una cosa cómica, no ríe.
. Quien busca herirte busca tu herida, para herirte en tu herida.
. Algunas cosas se hacen tan nuestras que las olvidamos.
. Cerca de mí no hay más que lejanías.
. Sí, me apartaré. Prefiero lamentarme de tu ausencia que de ti.
. Te asusta el vacío, ¡y abres más los ojos!
. El temor de separación es todo lo que une.
. Cuántos, cansados de mentir, se suicidan en cualquier verdad.
. El misterio te hizo grande: te hizo misterio.
. Mi corazón me duele a mí. Y no debiera dolerme a mí, porque no vive de mí, ni vive para mí.
. Nadie es luz de sí mismo. Ni el sol.
. Los niños que nadie lleva de la mano son los niños que saben que son niños.
. El amor, cuando cabe en una sola flor, es infinito.
. Los que dieron sus alas están tristes, de no verlas volar.
. Vemos por algo que nos ilumina, por algo que no vemos.
. Saber morir cuesta la vida.
. El recuerdo es un poco de eternidad.
. Creías que destruir lo que separa era unir. Y has destruido lo que separa. Y has destruido todo. Porque no hay nada sin lo que separa.
. Porque saben el nombre de lo que busco ¡creen que saben lo que busco!
. Creen que moverse es vivir. Y se mueven, no para vivir. Se mueven para creer que viven.
. Mi alma tiene todas las edades, menos una: la de mi cuerpo.